Una norteamericana, una canadiense y una inglesa. Una se casó una vez y duró poco, otra es gay. Sólo la más joven tiene hijos y fueron partos muy difíciles.
Tres señoras rockeras que nos dejan de deslumbrarnos con su talento. Tres generaciones de artistas femeninas representadas en estas figuras que se mantienen vigentes hoy en día. Tres grandes mujeres y artistas que valen para rendir un homenaje a las madres de tantas grandes canciones de la música popular contemporánea.
STEVIE NICKS, IN YOUR DREAMS
La legendaria cantante de Fleetwood Mac regresa con su primer disco desde el 2001. Rock clásico, canciones de amor, letras reflexivas y poemas, influencias folk que junto con su característica voz se convierten como siempre en impresionantes composiciones. Dave Stewart (Eurythmics) en la producción es garantía de un sonido impecable que cautiva y sorprende conforme va avanzando.
Tiene piezas rockeras como Secret Love, In Your Dreams o Ghosts Are Gone, baladas increíblemente bien logradas como For What Is Worth, You May Be The One o Italian Summer, un toque pop más moderno en Everybody Loves You y el acercamiento literario en la adaptación del poema Annabel Lee de Edgar Allan Poe.
New Orleans y Moonlight (A Vampire’s Dream) van creciendo hasta convertirse en canciones intensas, mientras que Wide Sargasso Sea es probablemente el mejor tema del disco, con sus violines, guitarras y percusiones a todo lo que dan y un ritmo poderoso y contagioso.
Colabora con su antiguo compañero Lindsey Buckingham en la intensa Soldier´s Angel y junto al Dave Stewart en Cheaper Than Free, que cierra un álbum que vuelve a demostrar que la veteranía no es excusa para rockear en serio.
K.D. LANG, SING IT LOUD
Decimotercer álbum de esta multipremiada y reconocida cantante y compositora, activista de los derechos de los gay, que lo mismo actúa que escribe temas para películas y que es prácticamente un valor cultural en sí misma en su natal Canadá.
Esta vez acompañada de su propia banda, The Siss Boom Bang y con Joe Pisapia en la producción y coescribiendo algunos de los temas, se mantiene fiel a su country pop sofisticado e inusual, toques de jazz y de rock, baladas melodiosas y ensoñadoras que van delatando su alma.
I Confess abre con un contundente estilo, seguida de A Sleep With No Dreaming y The Water’s Edge. Destacan Sugar Buzz y Habit Of Mind, con su sonido rock blues que se va desenvolviendo de forma exquisita o las optimistas Reminiscing y Sorrow Nevermore, con sus coros y tremendos arreglos.
Perfect World tiene un sentimiento más bluesero, mientras que la delicada Sing It Loud da paso a la nostalgia de Inglewood, que junto con I Am The Winter o Hollywood Kids vuelve a las raíces más folk más retro para cerrar el disco con Hungry Bird de forma fina y etérea casi una hora de música deliciosa de esta artista que derrocha sensibilidad y una gran calidad con cada trabajo.
SOPHIE ELLIS-BEXTOR, MAKE A SCENE
Una de las nuevas divas de la música pop continúa su brillante carrera con un disco en el que ya no hay sangre en la pista de baile y parece que la elegante británica deja por un momento de lado su lado tierno y meloso para pasarse a la electrónica más comercial.
Un trabajo que nació como un recopilatorio de éxitos yque terminó como un álbum original, con temas producidos por una gran variedad de profesionales de las tornamesas y mesas de grabación como Greg Kurstin o Richard X hasta Future Cut Liam Howe (Prodigy) o Metronomy, entre otros.
Abre con toda la energía con Revolution, para continuar con una serie de temas diseñados para las discotecas grabados junto a grades DJs como Off & On, con la participación de Calvin Harris, Heartbreak (Make Me A Dancer) junto con Freemasons, Not Giving Up On Love con Armin Van Bururen o Can’t Fight This Feeling con Junior Caldera.
Cuesta mantener el nivel y a partir de aquí el disco se cae un poco. Algunos temas como Bittersweet, Starlight o Dial My Number son más pop y convencionales y otros como Under Your Touch no alcanzan el nivel del resto. Hacia el final del álbum, Make A Scene, Magic y Homewrecker logran recuperan algo de la calidad de la primera parte, para cerrar con las magníficas Synchronized y Cut Straight To The Heart y despedirse con la promesa de la búsqueda continua de nuevas formas de expresarse.
súper reseña!!!! uff!
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