jueves, 28 de abril de 2011

PAUL SIMON: En estado de gracia.
























Dicen que los viejos rockeros nunca mueren, y no es que Paul Simon sea precisamente “rockero”, pero es sin duda una de las figuras emblemáticas de la música popular contemporánea. O por lo menos lo fue. Sin embargo, 25 años después de Graceland y 21 años después de The Rythm Of The Saints, realiza uno de los mejores discos de su carrera.

So Beautiful Or So What es el decimosegundo álbum de Simon como solista y el primero desde Surprise, en 2006. A sus 70 años, se muestra como un músico maduro que se reencuentra con esa actitud contestataria y esa espiritualidad que le distinguen como artista.

Habla de la guerra, de la vida y la muerte, del amor y de las cosas más cotidianas, de lo inmediato a lo sublime. Revisita el pasado que le marcó, intentando entender los tiempos actuales, con una emoción profunda y una sencillez que no se puede fingir.

No deja de lado su eterna influencia folk y blues, ni la fusión con ritmos africanos y latinos, pero algo suena distinto. La finísima co-producción de Phil Ramone y una instrumentación sofisticada realzan las composiciones directas, honestas, imaginativas y elegantes, con esa voz delgada y dulce.

Un sonido acústico y eléctrico, un estilo casi minimalista, que logra una conexión inmediata a través de sus letras reflexivas e ingeniosas melodías. Un poeta global, multiétnico, esta vez un poco más cargado hacia la tradición americana, de Whitman a Muddy Waters, de Faulkner a Bob Dylan, clásico y al mismo tiempo (o quizás por eso) muy actual.

Getting Ready For Christmas Day abre el disco junto a The Afterlife, deliciosos ritmos sincopados con aires blueseros y caribeños que marcan lo que será una buena parte de la obra. Dazzling Blue recupera la experimentación con ritmos afroantillanos, mezclando las percusiones con guitarras y violines de forma exquisita, mientras que Rewrite fluye con un groove optimista y un steadybeat irresistible.

Baja la intensidad en Love And Hard Times, un tema pausado que explora su lado más espiritual, Love Is Eternal Sacred Light es algo así como un gospel con armónica y ruidos electrónicos de fondo. Amulet marca una breve pausa instrumental que da paso a Questions For The Angels, otra delicada balada es seguida del blues clásico y el rockabilly de Love & Blessings.

So Beautiful Or What, la canción que da nombre al disco, es una de las mejores piezas y una de las más rockeras, para cerrar este trabajo diluyéndose gradualmente, dejando en el aire una pregunta.

Sin duda uno de los grandes regresos de este año, diez estupendas canciones que mantienen vigente la leyenda del padre de Mrs. Robinson.












martes, 26 de abril de 2011

THE KILLS: Acabando con la competencia.






















Ella tocaba con Jack White en The Dead Weather, él es la pareja de Kate Moss. Viven en Londres, les gusta tocar en París y odiaron Lollapalooza.

Una vez más, Alison Mosshart se viste de “VV”, junto con Jamie Hince, quien se convierte de nuevo en “Hotel” para lanzar Blood Pressures, el cuarto disco de The Kills.

Rock blues, alternativo, lo-fi y garage, con su producción cuidadosamente ruidosa y esa estética desgarbada y llena de nicotina, pero haciendo gala de una capacidad exquisita para la composición y la interpretación.

Lejos ya de su debut Keep On Your Mean Side (2003), son fieles a sus palabras y no abandonan las influencias punk y su oscura sicodelia, con bases rítmicas programadas, guitarras sucias y toda la actitud de verdaderas estrellas de rock que desempeñan su oficio con maestría.

No pierden el toque a pesar del tiempo que se mantuvieron separados como banda para abordar sus respectivos proyectos personales, sino que se muestran más maduros, seguros y experimentados.

Future Starts Slow comienza con ritmo feroz y un estribillo pegajoso, seguido de Satellite, el primer sencillo, un pausado y cadencioso fuzz-funk, casi un dub, con esos tambores profundos y sus peculiares coros estilo ruso.

Heart Is A Beating Drum y Nail In A Coffin son sus apuestas más seguras, poderosas como un latido hipertenso o el golpe de un martillo, con melodías muy rítmicas, riffs precisos y la voz de Mosshart con mucho estilo.

Se toman un respiro en Wild Charms, con Jamie cantando con un estilo lánguido y narcotizado, y en The Last Goodbye, una inesperada y romántica balada a ritmo de vals.

DNA es un tema stoner que hipnotiza, mientras que las guitarras de Baby Says o Damned If She Do recuerdan a tremendamente a The Rolling Stones.

You Don’t Own The Road es otra intensa pieza con un sorprendente sentimiento soul que contrasta con Pots And Pans, que cierra el álbum con un beat lento y acordes blueseros.

Un trabajo sencillo pero cargado de actitud que no defraudará a los que son sus fans. Y a los que no, tampoco.













viernes, 22 de abril de 2011

4 EPS DEL 2011


Desde que los formatos electrónicos e Internet revolucionaron la industria de la música, ha habido un alegre retorno a esta forma dosificada e inmediata de suministrar canciones sin la necesidad de grandes inversiones.

Los EPs han tenido tal éxito que ya no es extraño ver a grandes nombres lanzar pequeñas obras con cuatro o seis canciones que les permite mantenerse en el radar y publicar nuevo material sin la necesidad de un gasto excesivo ni el compromiso de completar una gran producción.

Dicho en otras palabras: “lo bueno, si breve, dos veces bueno”.


ALEX TURNER, SUBMARINE

El líder de Arctic Monkeys se aparta un momento de las estridencias y saca a relucir de nuevo su lado más sensible con la música para la película Submarine.

Turner escribe e interpreta seis temas para el debut del director Richard Ayoade (mejor conocido como Moss de The IT Crew), quien ya ha dirigido varios videos de Arctic Monkeys.

Comienza en tono intimista y acústico, casi como cantautor, con Hiding tonight, Glass in the park y It's hard to get around the wind, para luego pasar a una instrumentación más rica pero siempre nostálgico, en la línea de su proyecto The Last Shadow Puppets, con Stuck In A Puzzle y Piledriver Waltz.

Una grata sorpresa de este versátil y prolífico músico que no deja de sorprender y de gustar con cada proyecto.






BROKEN BELLS, MEYRIN FIELDS

James Mercer (The Shins) y Brian Burton (a.k.a. Danger Mouse) regresan con ese sonido tan especial que mezcla las bases programadas con las guitarras, con ese sentimiento folk pop sicodélico y sus arreglos refinados, esta vez con influencias más marcadas de los 60, pero con esa producción del siglo 21 que hace su música siempre interesante.

Meyrin Fields y Windows tienen ese sonido sofisticado y oscuro que nos cautivó en su álbum homónimo, se toman un respiro con un toque dub en la instrumental An Easy Life y rematan con el ambiente ruidoso y melodioso de Heartless Empire.

Deliciosa música de estudio que es una justa continuación de su propuesta, muestra de que estos dos músicos realmente están disfrutando de este proyecto.






BETH DITTO, DE CONSTRUCTION

La vocalista de Gossip se lanza en solitario bajo la custodia y producción de Simian Mobile Disco, con quienes ya había colaborado en el tema Cruel Intentions.

Todo el ritmo de los DJ’s ingleses con la poderosa y seductora voz de la cantante americana, sintetizadores precisos y bases rítmicas cadenciosas que se conjugan en una combinación de soul y música electrónica que resulta en una asociación de lo más lógico y natural.

Do You Need Someone abre de forma elegante con una larga introducción en la que las voces aparecen con la elegancia de una diva y Goodnight, Good morning continúa con un groove lento y continuo. I Wrote The Book y Open Heart Surgery tienen más el sello de SMD, pero la protagonista es ella sin duda.

Cuatro canciones deliciosas para escuchar y perfectas para la pista de baile.






UNKLE, ONLY THE LONELY

James Lavelle es incansable y, después del magnífico Where Did The Night Fall, nos trae otra muestra de su sonido, que mezcla el rock sicodélico con los sintetizadores y ritmos programados.

Regresan a los grandes nombres en las colaboraciones, contando nada más ni nada menos que con Nick Cave para poner la voz en Money And Run, trayendo su propuesta hacia un terreno más eléctrico, rockero y oscuro.

Leila Moss le da a The Dog Is Black ese mismo aire gótico, perverso y cautivador que Sleepy Sun aportó en Follow Me Down y que ahora Rachel Fannan repite en Sunday Song, mientras que en Wash The Love Away su habitual colaborador Gavin Clarke intenta regresar al espíritu original de esta banda.

El dub instrumental Only The Lonely redondea un trabajo breve y exquisito, como los mejores entremeses musicales.






miércoles, 20 de abril de 2011

DAFT PUNK: Reconfigurando el soundtrack.























Si es raro que Disney produzca una película de ciencia ficción, es aún más extraño que produzca un disco de remezclas de música electrónica. Pero Daft Punk lo hizo tan bien con Tron: Legacy, que de premio les confeccionan este álbum.

En realidad, R3C0NF1GUR3D no es propiamente Daft Punk, sino versiones de la banda sonora original, con participaciones de lujo como M83, The Crystal Method, Paul Oakenfold, Moby, Boys Noize, Kaskade o Photek.

Una colección de estupendos trabajos por algunos grandes maestros que resulta un merecido homenaje para la banda fancesa.

Es difícil definir un estilo para esta recopilación, ya que se trata de la interpretación de diferentes DJs. En general tiene un sonido big beat, que no es para menos, tomando en cuenta el tono épico que tiene la película.

Tampoco sigue la estructura de la obra, los temas parecen escogidos al azar, sin embargo, se pueden rastrear en todo momento las huellas del soundtrack. Una continua traducción de lo orquestral a lo electrónico y de lo narrativo a lo bailable.

Derezzed abre de forma magnífica, dando The Glitch Mob las claves para la reinterpretación del score original. Fall tiene esa onda experimental típica de M83, con todo y coros. The Crystal Method hacen su aparición para llenar The Grid con ritmo al estilo Detroit y la voz de Jeff Bridges.

Continúa regular en Adagio For Tron de Teddybears y The Son Of Flynn de Ki:Theory, que aporta un sonido más eléctrico con guitarras y batería. C.L.U. de Paul Oakenfold tampoco llega a sus niveles acostumbrados, pero es interesante escuchar esos arreglos de cuerdas sobre su beat rave de los 90.

La versión de The Son Of Flynn de Moby es lógicamente ambiental, fina y muy bien lograda, el mix de Boys Noize alcanza un ritmo contagioso y un sonido muy actual, mientras que Rinzler es más compleja y Kaskade hace un gran esfuerzo para rescatar los diferentes momentos de la pieza.

Com Truise le da un repaso break beat a Encom Part 2 para dar paso al steady beat de Photek, que logra otro de los mejores temas con End Of Line, seguida de Arena, otra delicia en manos de The Japanese Popstars, que la convierten en una canción hipnótica y llena de energía que podría ser programada en los mejores clubs del mundo

Avicii se encarga de transformar Derezzed en una alegre melodía pop, Pretty Lights remezcla Solar Sailer con un back beat impecable y sofisticado y Sander Kleinenberg cierra el disco como el increíble final de una gran fiesta con Tron Legacy (End Titles).

Un disco que constata la influencia de este dúo en la música electrónica, indispensable para los fans y definitivamente recomendable para bailar.

















domingo, 17 de abril de 2011

THE CHEMICAL BROTHERS: Ambientando historias de acción.























Dentro del universo que significan The Chemical Brothers faltaba una obra como ésta: 50 minutos de música diseñada para ambientar una historia para la gran pantalla.

Además de participar con tres temas para la película Black Swan de Darren Aronofsky y prestar sus grabaciones para infinidad de otras obras, siguiendo los pasos de bandas como Massive Attack (Unleashed), Trent Reznor (The Social Network) o Daft Punk (Tron: Legacy), en esta ocasión Tom Rowlands y Ed Simmons prueban suerte con una banda sonora completa para la película Hannah.

Dirigida por John Wright (quien ya había colaborado con el grupo como parte de la productora visual Vegetable Vision) y protagonizada por Saoirsi Ronan, Eric Bana y Cate Blanchett, cuenta la historia de una niña criada para sobrevivir en el ártico por su padre, un agente de la CIA fugitivo, y que tiene que enfrentarse a muerte con el sistema sólo para descubrir una terrible verdad, tras lo que no parará hasta cumplir su misión.

Después de su disco Further (2010), los hermanos químicos hacen de nuevo su alquimia y transforman su big beat y los ritmos bailables en piezas ambientales llenas de detalles que tal vez siempre hemos escuchado en sus canciones, pero ahora deconstruidos y conceptualizados para funcionar como complemento a una historia audiovisal.

La mayoría son temas cortos que adquieren sentido en el conjunto, dando lugar a la narrativa que busca describir diferentes momentos, situaciones y estados de ánimo en el film. Fuera del contexto de la película puede sonar un poco caótico, pero como álbum para escuchar de principio a fin, funciona perfecto.

A diferencia de otros soundtracks, éste carece de un tema repetitivo que le de indentidad, a excepción de esa tonada melodiosa y juguetona de armonías asiáticas e infantiles que figura en The Devil Is In The Details es el único tema reconocible que da unidad al concepto.

Muchos de los tracks son detalles de sampleos y ruidos electrónicos que son casi efectos de sonido y otros tantos son momentos ambientales, mientras que algunos de los pequeños temas llegan a crear momentos de intensidad como Quayside Synthesys, The Devil Is In The Beats o Special Ops.

El tema de Hanna abre y nos instala en el paisaje del Círculo Polar y nos introduce a la obra con maestría. Inmediatamente Escape 700 despierta la acción con un steadybeat que proyecta al que lo escucha fuera de las butacas para bailar como en un buen rave.

Car Chase (Arp Worship) tiene un beat poderoso y una instrumentación en la parte rítmica que hace recordar ese toque rockero característico en su estilo e Interrogation/Lonesome Subway/Grimm's House es un collage de secuencias que es posiblemente el que mejor refleje que se trata de música hecha para ambientar una historia.

Escape Wavefold hipnotiza con sus moduladores sicodélicos y explota con un downtempo impresionante, Container Park recrea todo paisaje gélido de la película y la lucha final entre los antagonistas.

La versión vocal del tema de Hanna comienza como la primera, sobre la que entran los coros y de pronto estalla con la exquisita y poderosa sencillez del mejor pop (al fin y al cabo se trata de un filme comercial) para cerrar esta obra con mucho estilo y buen gusto.

Sin duda un disco que debe tener cualquier fan y un éxito más en la espectacular carrera de este dúo que no deja de sorprender con su versatilidad y su talento.















viernes, 15 de abril de 2011

PANIC! AT THE DISCO: Contrastes e intensidad renovados.























Vices And Virtues es el tercer disco de esta banda de Las Vegas que desde el título prometen un mundo de contrastes y diversidad.

Después de la partida de dos de sus miembros, Brendon Urie y Spencer Smith se quedaron como dúo, pero no bajan la guardia y se animan tocar todos los instrumentos para continuar con su propuesta.

Eléctricos e intensos como siempre, rock duro y alternativo de influencias punk, en este regreso vuelven a experimentar con una diversidad de estilos, desde el pop barroco hasta los sonidos más directos y guitarreros.

Suena un poco a una mezcla de sus anteriores trabajos, con arreglos llenos de imaginación y llenos de brillantes detalles musicales, una instrumentación rica y una producción excelente.

Más suaves, pero también más finos, un trabajo un tanto ecléctico que refleja su inquietud artística y la poca preocupación por fijarse en estereotipos, demostrando un crecimiento tanto en la composición como en los arreglos.

La primera parte es más rockera, mientras que la segunda parte es más interesante, en donde la experimentación cobra más protagonismo y se permiten más variedad de estilos.

The Ballad Of Mona Lisa abre con la fuerza de los hits de radio y sin embargo es una buena canción de rock, quizás más clásicos o convencionales, pero continúan con Let´s Kill Tonight, más cercano a su primer trabajo y termina con unos exquisitos arreglos de cuerda o Hurricane, que suena más actual y nu-rave.

Memories, Trade Mistakes y Ready To Go (Get Out Of My Mind) siguen con esa línea, llenas de arreglos un tanto ochenteros y noventeros pero siempre eficientes y en armonía con la estética de su propuesta.

Entonces llega Always, una exquisita balada delicada y sensible que muestra ese lado emotivo de la banda, seguida por The Calendar, una de las mejores piezas del álbum, que retoma el ritmo y la energía a la vez que exhibe la madurez alcanzada por el dúo.

Sarah Smiles comienza con aires folk y de pronto tiene arreglos de viento y un ritmo más atrevido y finalmente Nearly Witches (Ever Since We Met) tiene esa influencia de los Beatles o los Beach Boys, para terminar sorprendentemente con un magnífico coro de niños estilo gospel.

Un disco entretenido que seguramente es un primer paso de una nueva etapa de descubrimiento y colaboración de una banda joven que aún tiene mucho que dar.

Como cereza del pastel, en el cortometraje The Overture nos invitan a ese mundo suyo tan particular, como un enorme y oscuro circo en el que todo puede pasar.











miércoles, 13 de abril de 2011

I’M FROM BARCELONA: Una multitud de alegres melodías.























No son de Barcelona, ni siquiera son españoles, sino una agrupación que ha llamado la atención del mundo por sus casi 30 miembros y por su talento para componer temas sencillos y pegadores.

Forever Today es ya el cuarto disco de I’m From Barcelona, esta multitudinaria banda sueca que ya figura en los principales festivales de música en Europa y cuyos temas han sido utilizadas para anuncios publicitarios, tanto por su calidad como por su estilo.

Indie pop y folk preciosista, música alegre y optimista con actitud desenfadada, ritmos sencillos y melodías armoniosas acompañadas por ensambles corales, un poco al estilo de Chumbawamba o The  Poliphonic Spree.

Con tantos integrantes, naturalmente cuentan con un gran repertorio de recursos musicales, con clarinete, saxofón, flauta, trompetas, banjo, acordeón, kazoos, guitarras, percusiones y teclados en donde las voces y las palmadas adquieren especial importancia.

Una instrumentación abundante y sin embargo precisa, que apenas se nota, en una dinámica en la que cada componente tiene su lugar y, de la mano con su propuesta coral, logran una conjunción total.

Bajo la ley de que menos es más, en lugar de sonar como una orquesta ruidosa parecen una obra de diseño escandinavo en donde cada sonido y cada silencio se encuentran en su lugar.

Si bien este disco no ofrece nada nuevo ni sorprendente, siguen haciendo bien lo que mejor saben hacer. Y además, se nota que se divierten y lo disfrutan al máximo.

Abren con Charlie Parker, que al igual que Battleships o Game Is On son de esas canciones características de la banda en las que que no pueden evitar contagiar su alegría y entusiasmo.

Get In Line es divertida y rítmica, una pequeña maravilla que ha sido objeto de varios remixes, mientras que Skipping A Beat tiene un estilo más minimalista, más electrónico y bailable en el sentido de las discotecas, con base en programaciones y una cadencia suave.

Destacan Always Spring, con su deliciosa línea de piano y Can See Miles, con su guitarra rítmica. Come On o Dr. Landy tienen más energía, con sus arreglos de vientos y cuerdas y un tempo más acelerado y Forever Today es una balada que cierra el álbum tranquilamente con la promesa de días soleados llenos de flores y sonrisas.

Un disco primaveral que no decepciona y en el que nos demuestran que dos músicos tocan mejor que uno y que, en este caso, más es más.











lunes, 11 de abril de 2011

FOO FIGHTERS: Trayendo el rock duro a casa.






















Probablemente Dave Grohl jamás se quitará de encima la sombra de Nirvana, pero como banda, Foo Fighters han sabido encontrar un sonido característico.

Grohl ha sido, junto con Jack White y sus respectivas bandas y proyectos (Queens Of Stone Age, The Dead Weather, por ejemplo), punta de lanza de un movimiento que rescata el espíritu más rockero en una década en donde ha dominado el pop, la música electrónica, la sofisticación del post rock y la estética emo.

Wasting Light, el séptimo disco de esta banda que no editaba nada desde el 2007, contiene once canciones con toda la fuerza del hard rock post grunge, con ese habitual ímpetu que les caracteriza, pero ahora más eléctricos, más ruidosos y más finos, con canciones más poderosas y cuerdas más afiladas.

Grabado en Australia, Holanda, Irlanda y Alemania, cuenta con la participación en algunos de los temas de viejos amigos como Bob Mould (Sugar) o Krist Novoselic (Nirvana). Además, la producción de Butch Vig (Garbage) garantiza una buena dosis de actitud en estado puro.

Más allá de reinventarse, afinan su propuesta, una sutil evolución o por lo menos intentan (y consiguen) componer algunos grandes temas que vuelven a colocarlos como una de las bandas americanas más importantes de los últimos 15 años.

La abridora Bridge Burning y piezas como Rope o Back & Forth son de esos temas típicos que hicieron famoso el estilo de la banda, y temas como Dear Rosemary o Arlandia figuran unos riffs precisos que se mezclan con los coros en las melodías en un equilibrio

White Limo adquiere un sonido sorprendentemente metalero, como lo demuestra el video, que cuenta con la participación del mismísimo Lemmy de Motorhead haciendo de chofer (como siempre, conduciendo a una banda). En cambio, These Days es una canción más tranquila, más pop, más parecido a sus inicios, aunque con ese toque más guitarrero que tiene todo el álbum.

A Matter Of Time y Miss The Misery regresan a la estridencia y el ritmo frenético, oscuro, directo y sin concesiones, mientras que I Should Have Known baja un poco la furia y permite la entrada de armonías más ricas y ambientes más tranquilos, sin dejar de lado las guitarras, como aquellas grandes bandas de los 70, para cerrar el disco con toda la energía con Walk.

Uno de los mejores trabajos de estos luchadores incansables dispuestos a demostrar que el rock duro no sólo no ha muerto, sino que todavía tiene muchas cosas interesantes que aportar.










miércoles, 6 de abril de 2011

GLASVEGAS: Glasgow al estilo Las Vegas.






















Debutaron en el 2008 llamando la atención de todo mundo y con su corta trayectoria han sido ya supervivientes de múltiples batallas y son protagonistas de los mejores festivales.

Con su rock indie con un toque emo, melodías inspiradas en los 50 y su cabello engominado, esta banda de Glasgow se convirtieron en muy poco tiempo en el orgullo del rock escocés. Y para deleite de los que esperábamos algo grande en su segundo disco, en EUPHORIC /// HEARTBREAK \\\ muestran una cara distinta, mejorada.

Teniendo a Flood tras la consola, la producción tiene un estilo más brillante, quizás demasiado cercano a The Killers (para bien y para mal), pero a cambio perfecciona la interpretación, se atreve a buscar nuevos caminos y trae por momentos grandes recuerdos de Echo & The Bunnymen.

La voz profunda y melancólica de James Allan suena mejor, los teclados cobran más protagonismo, la batería suena diferente tras el cambio de Caroline McKay por la sueca Lonna Jofgrën. El bajo es eficiente y discreto y cambian por momentos esas características guitarras distorsionadas que crean ambientes de ruido por precisos y elegantes riffs al estilo de The Edge.

Aumentan la velocidad, con unos arreglos elegantes y una instrumentación más rica, un sonido más potente y refinado, casi épico, siempre dramático, sin perder esa mezcla de fuerza y sentimientos sublimes que los hacen inconfundibles.

Abren con el perludio atmosférico Pain Pain, Never Again que de pronto explota poderosamente en The World Is Yours, You y Shine Like Stars, marcando definitivamente el rumbo del disco.

A continuación bajan el ritmo pero no la intensidad, con esas exquisitas baladas emocionalmente llevadas a la exageración, como son Whatever Hurts You Through The Night, Stronger Than Dirt (Homosexuality Pt. 2) o I Feel Wrong, con todo el sello de la casa.

Dream Dream Dreaming se queda a medio camino entre el experimento y lo ya conocido, mientras que Euphoria, Take My Hand puede ser la que mejor demuestre el paso adelante que han dado, ya que captura a la perfección el espíritu del grupo trabajando de la mano de su productor.

Lost Sometimes comienza con un aire a Depeche Mode y termina acelerando para cerrar con Change, un epílogo ambiental y minimalista para una trabajo que en realidad demuestra ímpetu y vigor.

Una evolución de su música que es una grata sorpresa. Once canciones con las que demuestran una sofisticación y una actitud que los hace aún más interesantes.












lunes, 4 de abril de 2011

TV ON THE RADIO: Regreso a la experimentación sonora.























Se está haciendo costumbre decir que los discos de TV On The Radio se encuentran entre los mejores de año, pero es que estos músicos no bajan la guardia.

Con su quinto LP, esta banda de Brooklyn, Nueva York viene a demostrarnos que pesar de sus proyectos solistas, Tunde Adebimpe, David Andrew Sitek, Kyp Malone y compañía aún tienen mucho que decir con su grupo original.

Artísticos e intelectuales, mezclan jazz, sicodelia, trip-hop, gospel, soul moderno, rock clásico y experimental con mucho estilo y toda la actitud, surgidos desde la independencia con una reputación y un talento indiscutible.

Menos feroz y catártico que sus antecesores, en general, Nine Types Of Light tiene un ritmo semi-lento que de pronto nos sorprende con canciones muy movidas, exquisitos arreglos vocales y esos geniales detalles en la instrumentación.

Arrancan con Second Song, Keep Your Heart y You, que marcan el ritmo pausado del disco y esos colores siempre interesantes en la producción, pero No Future Shock cambia la velocidad y se regodean con sus característicos sonidos sobrepuestos de coros, sintetizadores y trompetas sobre una base muy rítmica y detalles de guitarra muy funky que dan como resultado en un delirante final.

Killer Crane llega a lo más profundo del valle, un tema lento y reflexivo de atmósfera intimista y delicadas melodías. Recuperan poco a poco el ritmo con Will Do, el primer sencillo que da pie a un alucinante video en donde la realidad virtual y el sexo se confunden con una canción que recupera el espíritu de Marvin Gaye con un beat cautivador.

Vuelven a pisar el acelerador con moderación y con New Cannonball Run regresan al breakbeat con guitarras con influencia de Prince y frenéticos vientos de soul, mientras que Repetition tiene todo el groove con actitud rockera que los distinguió en canciones como Dancing Shoes.

Forgotten es más experimental, breve, compleja y con un ritmo excelente y Caffeinated Consciousness va de lo duro a lo melódico para cerrar este trabajo que es una muestra más de la solidez y el talento de esta banda siempre cambiante.

Un álbum excelente que desde luego no decepciona y que contiene más de una sorpresa para los fanáticos y es una buena forma de dar la bienvenida a los que no los conocen.










domingo, 3 de abril de 2011

TAHITI 80: Ritmo y brisa tropical.
























Hay música que simplemente nos transporta a otras latitudes y es capaz de cambiar el clima con su sonido.

Este es el caso de The Past, The Present And The Possible, el sexto disco de Tahiti 80, esta banda francesa que desde hace más de 10 años logra ese electro pop suave y ensoñador que les caracteriza, mucho antes que el dream pop apareciera, rock indie del viejo continente, refinado, preciso y con  buen gusto.

Quizás nunca han tenido un hit como sus paisanos Phoenix, quizás tampoco les interesa variar su estilo para alcanzar la fama mundial, pero sin duda es una banda de mucha calidad que ha sobrevivido diferentes etapas y momentos de cambio y siguen haciendo buena música.

Guitarras y sintetizadores sobre una interesante base rítmica llena de percusiones y detalles sonoros que logran siempre llevar al que los escucha a ese lugar en donde es imposible no mover los pies.

Una voz lánguida pero con mucho estilo, coros y armonías que siempre consiguen refrescantes atmósferas de brisa tropical, con influencias de los 90 pero con la producción y la actitud propia del indie de este siglo.

Música madura y sofisticada para disfrutar tanto del chill out como de las melodías pegadizas y los ritmos bailables.

Abren con Defender, que de forma sutil va transformándose en una intensidad sicodélica, pero de inmediato Darlin’ y Want Some? muestran sus logradas melodías, interpretadas con una fuerza moderada pero siempre y Gate 33 podría ser su tema más pop y comercial.

Easy muestra su lado más delicado, casi minimalista, con un bajo exquisito y un upbeat constante que nos lleva de la mano a días soleados y risas junto al mar, quizás un poco cursi pero siempre finos y The Past, The Present And The Possible es una pieza en dos partes, la primera es un oasis vocal, etérea y atmosférica, que da paso a una segunda parte que es una deliciosa balada rítmica.

Pero no todo son apacibles baladas, Nightmares comienza con ese aire oscuro y miterioso de los sueños y termina bailando sobre guitarras funky y en Solitary Bizness, Rain Steam Speed y Crack Up descubren su lado más rítmico, electrónico y bailable, para terminar nuevamente melodiosos con 4AM, con guitarra acústica y sintetizadores que recrean un paisaje marino al amanecer.

Un disco muy disfrutable para relajarse el fin de semana, que va creciendo y tomando ritmo conforme va avanzando, como un día perfecto en la playa.