jueves, 31 de marzo de 2011

THE PAINS OF BEING PURE AT HEART: La madurez de los músicos adolescentes.
























The Pains Of Being Pure At Heart, uno de los últimos llegados a la escena musical de la generación emo está regreso. Con su indie pop y ruidoso, esta banda de Nueva York de nombre kilométrico presenta su segundo disco, Belong.

Sin cambiar sus voces lánguidas, canciones frescas y juveniles, letras adolescentes que hablan de amor y corazones rotos y su característico ruido, ahora un poco más refinado.

Gracias a la producción de Alan Moulder y Flood (NIN, My Bloody Valentine, The Jesus and Mary Chain, Smashing Pumpkins) consiguen que las bases y la programación brinden una dimension nueva a su música.

Con influencias de los 80 y 90 que van de Morrisey hasta Smashing Pumkins pasando por The Cure pero con toda la actitud del siglo 21, demuestran una notoria mejoría técnica, con guitarras más eléctricas y afiladas y beats más variados, rítmicos e interesantes.

Comienzan con mucho ritmo, cualquiera diría que más maduros, optimistas y rockeros, con Belong, que da nombre a este trabajo, en el que encontramos canciones más parecidas a su primer disco como Heavens Gonna Happen Now o Even In Dreams y otras que muestran la evolución del sonido del grupo.

Heart In You Heartbreak tiene un aire más suave y naïve y The Body tiene una instrumentación llena de detalles sonorous, mientras que Anne With An E es una balada con influencias del rock de los 50, dream pop al estilo emo

My Terrible Friend es una excelente pieza que logra como siempre grabarnos en la cabeza su melodía, Girl of 1000 Dreams es dura y directa y Too Tough tiene ese steady beat que le da una cadencia deliciosa, quizás un poco larga y repetitiva pero siempre precisa en comunicar la emoción que pretende transmitir.

Strange cierra de forma perfecta y con mucha energía este disco en el que sobre todo, se nota un crecimiento, buen gusto y el compromiso del grupo con la evolución de su propuesta.

Un trabajo que ha dejado a todos sorprendidos y una buena señal de que vendrá más y mejor música de este cuarteto en el futuro.









miércoles, 30 de marzo de 2011

BOB GELDOF: El artista dentro del altruista.























Primero tuvo una banda que se hizo famosa porque no le gustaban los lunes, después fue el personaje principal de una película de culto y finalmente fue mundialmente conocido por sus macroconciertos benéficos y su labor activista para ayudar a los más desfavorecidos.

Robert Frederick Zenon Geldof, mejor conocido como Bob Geldof, ha tenido una vida de leyenda que, dentro y fuera de los escenarios, tiene todo que ver con la historia de la música durante los últimos 30 años.

El líder de Boomtown Rats, protagonista de The Wall y artífice de Band Aid regresa con su quinto disco como solista, con el sarcástico nombre de How To Compose Popular Songs That Will Sell, basado en el libro de Leslie Sheppard de 1935 con el mismo nombre.

10 años después de aquel Sex Age & Death (2001) escrito alrededor de la muerte de Paula Yates, quien fuera su pareja y ex de Michael Hutchence (INXS) y cuyo hijo adoptó, reúne estas diez canciones con las que demuestra que aún tiene algo que decir.

Rock clásico, incluso retro, con una fina estética que más que buscar un estilo propio, echa mano de algunos clichés que hacen perfecto juego con el título y de diversas influencias de clásicos como Tom Waits, Robert Plant o George Harrison o Crosby, Stills, Nash & Young.

Las letras son reflexiones de un personaje que ha pasado por la cumbre del éxito y por pérdidas dolorosas y la producción es impecable, propia de un experto en el estudio y con todo el respaldo para rodearse de grandes músicos.

Comienza con aires blueseros con How I Roll, seguido de Blow Fish, con armónica y vocoder incluído para darle un aire aún más oscuro, pero inmediatamente baja el tempo y en She´s a Lover se mueve en frecuencias más bajas, casi minimalistas, mientras que To Be In Love tiene esa estética propia de la canción francesa, con mandolina y acordeón para hacernos sentir en Montparnasse por un momento.

Silly Pretty Thing es sin duda la única canción de álbum escrita para vender, la más pop y optimista y también la más rica en arreglos e instrumentación y Systematic 6-Pack es una pieza instrumental que tiene una base de bajo que recuerda a Peter Gunn, pero con un steady beat más actual y ruidos electrónicos.

A continuación vuelve a bajar el ritmo con Dazzled By You, de regreso a las raíces folk y aún más lento e introspectivo con Mary Says o Blow para terminar con Here´s To You, que rescata un poco el optimismo. Después de unos segundos, aparece el track oculto, Young And Sober, una pieza que suena como grabada en un viejo y solitario bar, para cerrar un trabajo igual de intimista.

Un buen disco de un veterano de la vieja guardia que aún se mantiene productivo y que, finalmente, así como es altruista, es artista.












martes, 29 de marzo de 2011

THE STROKES: Lejos de la vanguardia.























Después de que lanzaran tres discos en la primera mitad de la década pasada, The Strokes se habían mantenido lejos del estudio, al menos como banda.

Así que se trata del esperado cuarto disco de esta banda de Nueva York, una de las mejores bandas del indie rock de este siglo, que mantiene ese sonido crudo de garage y su estética post-punk y new wave diez años después de su exitoso debut Is This It (2001).

Como queriéndose reponer del descarrilamiento de su anterior First Impressions On Earth (2005), Angles muestra una gama mucho más variada de estilos, con influencias ochenteras que suenan ya un poco fuera de la vanguardia que el grupo alguna vez representara.

Julian Casablanca no estuvo presente durante las grabaciones, enviaba las voces y sus ideas para las canciones por email, un deliberado intento por quitarse protagonismo para forzar un proceso creativo en el que fuera la banda y no él quien tomara las decisiones acerca de los arreglos y detalles de las canciones.

El resultado es un disco fino y variado, pero sin cohesión y sin tanta espectacularidad. Recuperan un poco su fuerza y carisma y pierden también un poco el rumbo en lo musical, pero hay que reconocer que se arriesgaron a intentar caminos diferentes y experimentar, jugar y divertirse un poco.

Abre Machu Picchu, con un sonido de Men At Work que mezclado con esas guitarras termina sonando a Franz Ferdinand o Kaiser Chiefs. Two Kinds Of Happiness suena totalmente a The Cars con guitarras de The Edge y You’re So Right y Games tienen influencias de New Order o OMD.

Afortunadamente, en Under Cover Of Darkness o Taken For A Fool suenan más a ellos mismos, con ese toque de punk ligero con guitarras precisas y desenfadadas y melodías pegadizas.

Call Me Back es una delicia experimental, minimalista y sicodélica con unas armonías interesantes. Gratisfaction es otro gran tema de las que destacan por ese espíritu original que los llevó a la fama y Metabolism es oscura y delirante, en la pequeña linea divisoria entre una pequeña genialidad y un desproósito.

Cierran este trabajo de forma directa con Life Is Simple In the Moonlight, otra buena canción con una extraña herencia de The Who y el brit rock de los setenta pero a la manera de esta gran banda.

Tienen momentos intensos y canciones que seguro sonarán fantásticas en directo. Una muestra digna de un esperado regreso.











viernes, 25 de marzo de 2011

EXPLOSIONS IN THE SKY: Estruendos de la naturaleza.





















Sexta producción de este cuarteto de Austin, Texas que con tres guitarras y una batería pueden hacer música sorprendente.

Rock instrumental que es por momentos suave y envolvente y de pronto es poderoso y estridente. Rock pop, duro y conceptual, si es que es posible unir estas etiquetas en un sonido tan original. Post-rock herencia y contemporáneos de bandas como Mogwai, Low, Tortoise y demás.

Quizás lo más interesante de Explosions In The Sky sea esta forma de construir verdaderas sinfonías, con diferentes movimientos y una narrativa preciosista en la que la ausencia de voces la hace capaz de transportarnos tanto a lugares de ensueño y momentos de catarsis.

Desde la portada, es un álbum muy natural y orgánico y este aprecio por la naturaleza se nota en cada ambiente que reflejan y en cada sonido, incluídas las distorsiones o el beat frenético de los tambores.

Sin embargo, Take Care, Take Care, Take Care tampoco es muy diferente a sus antecesores, repitiendo con precisión su forma de construir e interpretar grandes piezas. Ocho temas de 8 a 10 minutos cada uno, 46 minutos de impresionante despliegue de virtuosismo y claridad estética.

Abren espectacularmente con Last Known Surroundings, con una batería intensa como base de armonías y distorsiones que flotan en el aire como gaviotas sobre las olas que rompen abajo en las rocas. Human Qualities tiene un espíritu primaveral y ligero, con delicados apegios y líneas que se sobreponen para terminar de forma grandiosa con un espiritu épico y mucho ritmo.

Trembling Hands, que con sus 3 minutos 32 segundos sería el sencillo para la radio, es una pieza sorprendentemente directa y con un ritmo urgente y con una interesante influencia de UNKLE en los diferentes niveles de instrumentación con que arman la canción.

Be Comfortable, Creature es una canción fina y bien lograda, como un vals sobre un mar nervioso que termina en un ambiente de calma y quietud y Postcard From 1952 es un momento de nostalgia que se vuelve celebración del presente y nos deja colgados al recuerdo de un futuro mejor.

Finalmente, consiguen momentos exquisitos en Let Me Back In, con sus 10 minutos de duración, que cuenta su historia con un groove cadencioso y tropical que viene y va como las olas y de pronto para y vuelve a comenzar hasta que se desvanece como el atardecer.

Un trabajo impecable, perfecto para escuchar como música de fondo acompañando cualquier momento o para sumergirse en un viaje interior delicioso e inspirador.











jueves, 24 de marzo de 2011

GREEN DAY: Sobreviviendo al tiempo.






















Cuando el rock estaba en un punto muerto a mediados de los noventa, llegaron estos tres músicos de California con delineador, corbatas y tatuajes fusionando el punk con el rock alternativo, retomando el camino de la vieja escuela, rescatando lo que había dejado el new wave y aportando lo que le faltaba al grunge.

Después de 20 años, ocho discos de estudio, varios premios Grammy y cuatro años sin hacer gira, lanzan Awesome As Fxxk, su quinto disco en vivo, una recopilación de grabaciones en directo que demuestra que Green Day todavía tiene mucho rock para dar.

El DVD contiene un concierto grabado en Tokio que es rock en estado puro. Billy Joe Armstrong, Miker Dirnt y Tre Cool en un escenario espectacular, acompañados en los teclados y en la guitarra, con un logo como el conejo de Donnie Brasco, máscaras de asesino sicótico y fanáticos japoneses tirándose desde el escenario.

Con una gran cinematografía y edición, las escenas van desde las primeras personas en entrar a la sala hasta un espectador disfrazado de calavera que es subido al escenario para después salir corriendo y saltar sobre la multitud.

Y en cuanto al concierto, deconstruyen sus dos últimos álbumes conceptuales (las óperas rock American Idol y 21st Century Breakdown) y los unen al resto de su discografía para ofrecer una descarga de buena música.

Abren con toda la energía de 21st Century Breakdown y Know Your Enemy, seguidas de East Jesus Nowhere, Holidays y Static Age, con todo y saxofón. Hacen un pequeño oasis con Gloria y Boulevard Of Broken Dreams para subirse de nuevo al tren del rock duro con Burnout y una estpenda versión de Geek Stink Breath hasta llegar a sacar fuego y chispas en la impresionante Welcome To Paradise.

También saben complacer a la audiencia con When I Come Around, acompañado de She y 21 Guns, para volver con fuerza con American Eulogy y Jesus Of Suburbia y cerrar con Good Riddance de forma acústica, casi intima, Billy Joe rockeando con sólo una guitarra y un ritmo impresionante.

El CD contiene prácticamente el mismo set, pero de diferentes conciertos grabados alrededor del mundo en Londres, Dublin, Dallas, Nueva York, Brisbane, Montreal o Berlin, además del sencillo inédito Cigarretes And Valentine’s, grabado en Phoenix, con toda esa facilidad que tienen para conjuntar melodías pegadizas con ritmos acelerados.

Quizá lo más sorprendente sea descubrir cuántas canciones han escrito que permanecen en la memoria, ya sea como clásicos bien merecidos o por haber sido machacadas en la radio hasta el exceso.

Un gran disco en vivo en el que no falta nada y en cambio sobra actitud y una banda que sobrevive al tiempo.












viernes, 18 de marzo de 2011

LYKKE LI: La nueva diva nórdica.



 



















Wounded Rhymes es apenas el segundo disco en la carrera de Li Lykke Timotej Zachrisson, esta joven diva sueca que bajo el nombre de Lykke Li escribe y canta música diferente y especial.

Por una lado, es parte de un gran movimiento de nuevas artistas femininas y por otro, de una generación de músicos suecos que están dando mucho de que hablar.

Electropop vocal con espíritu indie y alternativo, con un sonido dream pop que rescata elementos del tecno al estilo Depeche Mode pero con esa coquetería propia de las artistas con personalidad, con un tono melodramático entre Peggy Lee, Dusty Springfield, Kate Bush o Nico.

Más directo, más sucio, con letras más serias y una fuerza diferente, más madura en la voz que su debut Youth Novels del 2008. Repitiendo en la producción se encuentra Björn Yttling (Peter, Björn & John), al igual que comparte créditos por la composición de todas las canciones.

A pesar de su estética aparentemente inocente e ingenua, nunca deja de tener cierta oscuridad, una gran actitud rockera y ese lado tan frío como elegante del clima nórdico. Un disco que ella misma define como “hipnótico, sicótico y primario”

Abre con Youth Knows No Pain, con su particular estilo y ese tono dramático que mantiene en algunas de las canciones del disco, al igual que el ritmo, como en el swing de percusiones tribales en la excelente Get Some, seguida con toda la energía de Rich Kid Blues.

Baja el tiempo con Love Out Of Lust y regresa al tono melancólico con Jerome, hasta llegar al extremo de la finura en I Know Places, en la que arma una atmósfera etérea con exquisita delicadeza minimal.

Unrequited Love y Silence Is A Blessing son baladas retro, mezcla de country y las baladas de los años 50, coros incluidos, al igual que Silent My Song con la que cierra el álbum.

Otra cosa que llama la atención es la plasticidad de sus temas para los remixes, como el remix de Beck de get Some o el EP de I Follow Rivers, que tiene mezclas muy interesantes, como la de David Sitek (TV On The Radio).

Un disco que demuestra la solidez de esta artista y que está dispuesta a ir más allá de todas las etiquetas para hacerse un lugar en la música popular contemporánea.













martes, 15 de marzo de 2011

ELBOW: Un cohete melancólico.






















En ocasiones, la felicidad es un impedimento para escribir canciones tristes.

Este es el caso del quinto disco de la banda Guy Garvey y compañía, que para buscar su inspiración se fueron a grabar en la isla de Mull, en Gales, para atrapar el estado anímico que les permitiera crear el disco que buscaban.

Es por eso que Build A Rocket, Boys! gira alrededor de la nostalgia de estar lejos de casa y ese sentimiento de no encajar del todo en el mundo.

Rock alternativo post-Brit pop, siempre finos en sus arreglos de cuerdas y teclados, la lírica siempre presente llevando la armonía y el ritmo de la canción, esta vez con una ligera influencia folk y marcados acentos del Low de David Bowie o de Peter Gabriel a través de la conexión Brian Eno (por no mencionar la amistad personal de Garvey con Gabriel).

Un trabajo serio y reflexivo, una producción que consigue un sonido envolvente y una estética cuidada, preciosamente triste aunque a veces llega a ser demasiado lento y dramático.

Comienzan con The Birds, un tema de 8 minutos, místico y parsimonioso, que va creciendo como un gran himno y del cual hay un reprise cerca del fin del disco. Continúan con la melancólica Lippy Kids, un tema escrito en defensa de los jóvenes y adolescentes que están en la calle y sólo por eso son considerados delincuentes.

Se ponen finos en temas como With Love, con sabor gospel con coros incluídos, o en Open Arms, con sus armonías que van del vals al redoble militar, y se ponen irreverentes en Jesus Is A Rochdale Girl, que tiene un sonido más country y más minimalista marca la pauta para el sonido del álbum.

Suenan rítmicos y ligeros en High Ideals, con un bajo y unas percusiones delciosas, pero se ponen pausados hasta ser pesados en The Night Will Always Win o The River, con ese tono nostálgico que ya es lamento.

Sólo en Neat Little Rows toman vuelo y se lanzan con más fuerza y actitud y construyen una gran canción de rock, para cerrar con Dear Friends con melodías optmistas un buen álbum que, sin ser su mejor trabajo, demuestra una vez más la calidad de esta banda.

Canciones que son una invitación a creer y soñar que somos capaces de construir una nave para llegar hasta donde queramos.












viernes, 11 de marzo de 2011

CHASE AND STATUS: Ritmos de la jungla urbana.























Saul Milton (Chase) y Will Kennard (Status) son los DJs y productores de Londres que están detrás de este proyecto y lanzan su segundo álbum después de su debut del 2008.

Tribal, jungle, drum’n’bass, breakbeat y hip hop que se mezcla con instinto por los ritmos bailables, el indie rock y la música electrónica con una actitud que va del gansta al punk, un poco en la línea de Asian Dub Foundation.

Al parecer, en No More Idols quisieron hacer un álbum más pop para intentar colarse dentro el mainstream y repetir su temprano éxito, pero se quedaron a la mitad y no son los beats oscuros y las atmósferas urbanas, sino que es precisamente esa parte más comercial lo interesante de este trabajo.

Pero a pesar de que cuentan con la participación de raperos como Tiny Tempa o Dizzee Rascal, músicos como Plan B, Liam Bailey o White Lies y voces como las de Clare Maguire o el mismísimo Cee Lo Green, no todas las canciones son de igual calidad.

Un frenético desfile de ritmos, en algunos momentos exagerados y pretenciosos y en otro finos y precisos en los arreglos. A veces los salva una buena producción que hace su parte en cuanto a la búsqueda de una identidad sonora de estos 15 temas.

Abren con No Problem, dubstep y ragga que se convierten en un drum’n’bass tribal y selvático, cerrado, de la vieja escuela, que al igual que Hocus Pocus, tiene toda la huella de Roni Size.

De pronto aparecen guitarras y ritmos más rockeros, como en Fire In Your Eyes o en la ezquizofrénica Fool Yourself, que pasa de lo delicado y armónico al jungle más extremo con sus cambios de delicados ambientes vocales a desplantes de furiosos beats.

En Hypest Hype, Hitz y Heavy despliegan todo su arsenal hiphopero en un festín de rap y scratches que recuerda por momentos a DJ Shadow, mientras que Let You Go, Blind Faith o Flashing Lights, con sus influencias de soul y rythm & blues, parecen más pensadas para las pistas de baile.

Afortunadamente, hacia el final del disco bajan la velocidad y prueban con formas más finas en Embrace, con la profunda voz de Harry McVeigh de White Lies y continúan con el lado pop con voces femeninas en Time, con Delilah y en Midnight Caller, figurando la enorme Clare Maguire.

Destacan Brixton Briefcase, con la extraordinaria voz de Cee Lo Green, y la colaboración de Plan B en End Credits, que cierra magníficamente el álbum para salvar apenas la prueba.

Un disco irregular que tiene extraordinarios momentos de fineza y merece ser escuchado completo un par de veces para llegar a apreciar la versatilidad de estos músicos ingleses.













miércoles, 9 de marzo de 2011

PURO INSTINCT: Las chicas de la costa.
























Anteriormente conocidas como Pearl Harbor, las hermanas Skylar y Piper Kaplan, de 16 y 23 años respectivamente, de pronto reaparecen en la escena de Los Angeles bajo el nombre Puro Instinct, demostrando que tienen toda la actitud, el instinto y el talento para hacer música en serio.

Headbangers In Ecstasy es el nombre de su disco debut, un nombre elegido seguramente con todo sarcasmo, pues en este trabajo no hay mucho “headbanging” y el éxtasis es más bien moderado. Pero es quizá ese sentido del humor provocativo y la finura de su música lo que las hace tan encantadoras.

Synth pop y shoegazer con espíritu post-emo, dream pop con influencias de los Beach Boys y el surf melódico de los años 60, en la línea de bandas como Best Coast, Beach House o The Drums, pero con este toque femenino, rebelde y coqueto, tan propio de las chicas de California.

Extrañamente, es una producción mediana, que intenta capturar un toque de garage que suena quizá demasiado casero y grunge, lo que contrasta con esas armonías cristalinas, los sintetizadores, las guitarras distorsionadas y las atmósferas envolventes en que aparecen las voces como un delicado coro de lánguidas ninfas narcotizadas.

Quizás detrás de esa aparente falta de pretensión prestan demasiada atención a los detalles. Irreverentes, pero no llegan a ser desmadrosas.

En momentos más etéreas, como en Everybody’s Sick o Vapor Girls y en otros temás más rítmicas, como en Lost At Sea o Silvers Of You. A lo largo del disco aparecen interludios de radio KDOD para dividir los diferentes momentos del disco, implicando que se trata de una experiencia planeada para escucharse de principio a fin.

Destacan Silky Eyes por su ritmo, más alegre, esos arpegios de guitarra, una melodía inconfundible y las voces perfectamente integradas, al contrario que No Mames, con ese dejo de diva cansada, con su steady beat y sus distorsiones al final que la hacen irresistible.

Escape Forever o California Shakedown se van construyendo hacia un final exquisito y Luv Goon cierra el disco con energía, como prometiendo más días soleados de música en la playa.

Stilyagi es el primer sencillo. Significa en ruso “cazadores de moda”, refiriéndose a una subcultura juvenil de la entonces Unión Soviética de los años 40 a los años 60, algo así como los “hipsters”.

Más allá de modas, es un interesante primer álbum que merece ser escuchado más de un par de veces para apreciarlo por completo.










lunes, 7 de marzo de 2011

R.E.M.: Colapso con la realidad.






















Collapse Into Now es el nombre sugerido por Patti Smith para el disco número 15 de esta incombustible banda de Georgia, que bien podría ser considerada una de las fundadoras del indie alternativo salido de las radios universitarias norteamericanas.

30 años después de su primer LP, deberíamos de reconocerles simplemente por el hecho de continuar existiendo. Sin embargo, no se dan por vencidos y siguen esforzándose por hacer su mejor música.

Con la producción de Jacknife Lee (Snow Patrol, U2) y los propios R.E.M., cuentan con colaboradores de lujo, como la eterna Patti Smith en Discoverer y Blue, o Scott McCaughey de The Minus 5 en la guitarra, teclados, acordeón y coros

Más personales y más variados que el anterior Accelerate (2009), con un  sonido más “expansivo”, según Mike Mills, van mezclando la melancolía con los ritmos más acelerados. De pronto suenan un poco al Monster, de pronto suenan como si quisieran rescatar su primera época y de pronto muestran influencias folk de Neil Young o Johnny Cash.

La lírica permanence intacta, no así como la voz de Michael Stipe, y las guitarras van de lo ruidoso a esos precisos punteos y las armonías preciosistas. Más que una evolución, una búsqueda de esos sonidos originales que los llevaron a convertirse en leyenda.

Abren con Discoverer, con unas guitarras, batería y voz contundentes y rockeros como en sus mejores tiempos, aunque Überlin baja un poco el ritmo, en ese estilo de las baladas intelectuales, palmadas incluídas.

Mine Smells Like Honey o That Someone Is You retoman el ritmo inicial y suenan muy parecido a su primera etapa, más indie, sucio y alternativo, que recuerda sus primeras producciones, ese punk feliz que inspiró en su día a bandas como Green Day o Blink 182.

No faltan las baladas con toques de melancolía como Oh My Heart, que regresa a ese sonido de mandolinas que fusiona el folk con las armonías medievales, con sus coros y acordeón que le dan un aire melancólico. En Every Day Is Yours To Win se ponen en plan de viejo sabio al estilo Cat Stevens, y Walk It Bad o Me, Marlon Brando, Marlon Brando & I, tienen ese sentimiento nostálgico, reflexivo y profundo al estilo de Leonard Cohen.

Sin embargo, vuelven al optimismo con temas como It Happened Today, esta vez con violines, un aire casi country y un final que emociona nada más de descubrir a Eddie Vedder en los coros, o en la divertida Alligator Aviator Autopilot Antimatter, una canción con un espíritu desenfadado entre The B-52’s y Plaza Sésamo en la que cuentan con la participación de Peaches.

Cierran con Blue, comenzando de forma ambiental y envolvente mientras canta “This is my time, and I am thrilled to be alive!”, y derivando en armonías épicas y un sensacional reprise de Discover, como para regresar al principio y volver a empezar. Toda una declaración de principios de una banda que se niega a abandonar el aquí y ahora.

Aún con sus altibajos, es un buen disco que, al igual que la banda, lucha por dar continuidad y vigencia a un sonido ya conocido.