jueves, 11 de agosto de 2011

DAVID BOWIE: El fantasma del genio.






















Curiosidades de Internet: un disco inédito de una de las figuras más importantes de la música contemporánea se “cuela” en la red y revive la leyenda de este genio.

En marzo se dió a conocer un álbum original de David Bowie que se filtró en la red bajo el título de Toy. Se trata de grabaciones que pretendían ser una continuación del álbum Hours (1999) y quedaron enlatadas debido a un desacuerdo entre el sello Virgin y Bowie.

Así que, aunque no es un lanzamiento reconocido como “oficial”, ha sido una buena forma de traer de vuelta la memoria de este incomparable músico, que se encuentra retirado después de su operación de corazón en 2004.

En estas sesiones, Bowie toca los teclados y es Earl Slick quien toma la guitarra, Gaile-Ann Dorsey el bajo y Sterling Campbell la batería, teniendo como ingeniero a Pete Keppler y mezclado por Mark Plati (The Cure, Hooverphonic, Robbie Williams).

Poderosas composiciones muy rockeras que se mezclan con baladas inteligentes y sensibles con exquisitos arreglos y detalles, un poco con el acento de sus trabajos de transición a los años 2000, en donde deja la electrónica un poco de lado para retomar la música hecha con base en la guitarra.

La mayoría de las canciones ya eran conocidas: son versiones de temas de los 60 o 70, algunas inéditas y otras fueron lanzadas como lados B para acompañar a los sencillos del disco Heathen (2002). No existe un hilo conductor y se desconoce quién haya decidido el orden de las canciones, así que más que un disco, es una colección de rarezas, reunidas sin un concepto en particular.

Uncle Floyd abre con la voz de un comediante que se diluye en una balada existencial y Afraid le sigue con mucho ritmo y guitarras. Baby Loves That Way tiene un estilo beatlesco, I Dig Everything tiene ese poder del rock pop al más puro esilo de este músico en su época de los primeros 80s.

Regresa a la tranquilidad con Conversation Piece y se anima de nuevo en Let Me Sleep Beside You hasta llegar a Toy (Yor Turn To Drive), una magnífica pieza que comienza con un espectacular piano y Hole In The Ground, que transcurre con aires optimistas y melodiosos.

Shadow Man es una melancólica melodía, In The Heat Of The Morning y You Have An Habit Of Leaving son directas y constantes y van creciendo con una gran instrumentación, Silly Boy Blue baja la fuerza pero no la intensidad.

Liza Jane fue grabada originalmente bajo el nombre de David Jones And The King Bees en 1964 y quizá por eso tiene esa interpretación del blues al estilo de Jean Genie, y The London Boys cierra magistralmente el álbum, aunque con cierta nostalgia.

Un viejo-nuevo disco que pasa a formar parte de la discografía de por sí abundante y siempre interesante de Bowie, imprescindible en la colección de un buen fan.














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