lunes, 7 de febrero de 2011

MOGWAI: El rock después del rock.




 




















El séptimo trabajo Mogwai, la banda emblema del llamado post rock, no decepciona.

Lleva por título el provocador título de Hardcore Will Never Die, But You Will, y con esa actitud retadora están de regreso con un álbum de altísima calidad.

Combinando de manera exquisita las atmósferas con los detalles de ruidos y distorsiones, desechando prácticamente la lírica en favor de los ambientes eléctricos instrumentales, se han ganado un lugar dentro de un género que va más allá del shoegazer o el indie para recuperar el espíritu del rock progresivo y la música conceptual y abstracta.

Casi perfectos en la interpretación, cada una de las diez composiciones del disco está orquestada de forma que resulta un pequeño viaje a través de paisajes hermosos y perturbadores al mismo tiempo, con virtuosismo y una sensibilidad intensa.

White Noise abre de manera sencilla y apacible, con una muestra de ese particular estilo que les caracteriza. Mexican Grand Prix comienza a ponerle ritmo con la velocidad de un fómula uno, con letras que son apenas un susurro sobre un continuo de sonidos que avanzan sobre una pista de sonidos y Rano Pano hace gala de una majestuosa melodía.

Con Death Rays vuelven al terreno de lo onírico con un piano que viaja como un pájaro en medio de la tormenta; en San Pedro vuelven a un beat más acelerado, con unos riffs de guitarras hard rock, mientras Letters To The Metro es una hipnótica pieza downtempo.

George Square Thatcher Death Party retoma el camino con energía y la voz cantante, aunque distorsionada, forma parte como un instrumento más en la canción. en un tema épico con influencias del jazz y la música sinfónica. How To Be A Werewolf es el tema más pop y quizás el más fino, el perfecto punto medio entre las armonías ambientales y las distorsiones, el upbeat y los riffs rockeros, todo conjuntado con una excelente producción.

En Too Raging To Cheers regresan a las meditaciones profundas que se convierten y You’re Lionel Richie cierra el disco con ocho minutos y medio de música absolutamente apabullante, directa, ruidosa, precisa, envolvente y cautivadora a la vez.

Otra gran obra de esta banda escocesa que nos trae un poco más de su genial propuesta y nos viene a recordar que aún hay mucho rock después del rock.








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