domingo, 20 de febrero de 2011

RADIOHEAD: Más vale calidad que cantidad.























Así de pronto y sin previo aviso, esta banda inglesa lanza The King Of Limbs, su octavo disco, cinco días antes del lanzamiento oficial, de por sí sorprendente e inesperado.

Más que una continuación del anterior In Rainbows, me parece un regreso a esa esencia que los elevó al Olimpo de las bandas de rock con Kid A y Amnesiac.

La continuidad es evidente. Un trabajo en la misma línea experimental que fusiona el rock alternativo con la música electrónica, el post-punk y el jazz, con una estética vanguardista e intelectual, cargada de una inquieta e inquietante sensibilidad artística.

Con tan sólo ocho temas y 37 minutos de duración, el disco es otro exquisito trabajo de ambientes oscuros (desde la portada), atmósferas hipnóticas llenas de detalles de finura en la producción y los arreglos, siempre con el sello de esta incomparable banda.

Abre de forma magistral con Bloom, con esos paisajes sonoros de contratiempos y areglos de cuerdas e instrumentos indefinibles. Morning Mr. Magpie y Little by Little recuerdan absolutamente a temas como Idiotheque o The National Anthem, mientras que Feral es aún más compleja e introspectiva.

Codex y Give Up The Ghost son baladas ambientales, pausadas, delicadas y hermosas, y Separator cierra el disco con clase, una pieza melodiosa en la que aparecen unas guitarras que completan una instrumentación perfecta.

Lotus Flower, el primer sencillo, es intensa y rítmica. Sobre todo es muy divertido ver a Thom Yorke en el video bailando en una mezcla entre Marcel Marceau y Resortes con un estilo tan peculiar que incluso ha generado el hashtag #thomdance en Twitter.

Otro gran éxito de la que probablemente sea la mejor banda inglesa en los últimos 20 años, que sigue produciendo música brillante y muy disfrutable.







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