viernes, 11 de marzo de 2011

CHASE AND STATUS: Ritmos de la jungla urbana.























Saul Milton (Chase) y Will Kennard (Status) son los DJs y productores de Londres que están detrás de este proyecto y lanzan su segundo álbum después de su debut del 2008.

Tribal, jungle, drum’n’bass, breakbeat y hip hop que se mezcla con instinto por los ritmos bailables, el indie rock y la música electrónica con una actitud que va del gansta al punk, un poco en la línea de Asian Dub Foundation.

Al parecer, en No More Idols quisieron hacer un álbum más pop para intentar colarse dentro el mainstream y repetir su temprano éxito, pero se quedaron a la mitad y no son los beats oscuros y las atmósferas urbanas, sino que es precisamente esa parte más comercial lo interesante de este trabajo.

Pero a pesar de que cuentan con la participación de raperos como Tiny Tempa o Dizzee Rascal, músicos como Plan B, Liam Bailey o White Lies y voces como las de Clare Maguire o el mismísimo Cee Lo Green, no todas las canciones son de igual calidad.

Un frenético desfile de ritmos, en algunos momentos exagerados y pretenciosos y en otro finos y precisos en los arreglos. A veces los salva una buena producción que hace su parte en cuanto a la búsqueda de una identidad sonora de estos 15 temas.

Abren con No Problem, dubstep y ragga que se convierten en un drum’n’bass tribal y selvático, cerrado, de la vieja escuela, que al igual que Hocus Pocus, tiene toda la huella de Roni Size.

De pronto aparecen guitarras y ritmos más rockeros, como en Fire In Your Eyes o en la ezquizofrénica Fool Yourself, que pasa de lo delicado y armónico al jungle más extremo con sus cambios de delicados ambientes vocales a desplantes de furiosos beats.

En Hypest Hype, Hitz y Heavy despliegan todo su arsenal hiphopero en un festín de rap y scratches que recuerda por momentos a DJ Shadow, mientras que Let You Go, Blind Faith o Flashing Lights, con sus influencias de soul y rythm & blues, parecen más pensadas para las pistas de baile.

Afortunadamente, hacia el final del disco bajan la velocidad y prueban con formas más finas en Embrace, con la profunda voz de Harry McVeigh de White Lies y continúan con el lado pop con voces femeninas en Time, con Delilah y en Midnight Caller, figurando la enorme Clare Maguire.

Destacan Brixton Briefcase, con la extraordinaria voz de Cee Lo Green, y la colaboración de Plan B en End Credits, que cierra magníficamente el álbum para salvar apenas la prueba.

Un disco irregular que tiene extraordinarios momentos de fineza y merece ser escuchado completo un par de veces para llegar a apreciar la versatilidad de estos músicos ingleses.













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