lunes, 12 de septiembre de 2011

THE DRUMS: Surfeando sobre la misma fórmula.




Después de inundar el verano pasado con un hit de aquellos que hacen época, esta banda de Brooklyn se mantiene a flote sobre la inercia de su primer éxito.

Desde su debut en el año 2009, el grupo fundado por Jonathan Pierce y Jacob Graham ha logrado captar la atención de los medios y el gran público. Después de irse de gira y compartir escenario con algunas de las grandes bandas del momento en diversos festivales, no caen en la desidia y se apresuran con su nuevo material.

Portamento, el segundo álbum de The Drums demuestra que saben cultivar el hype y entregan un trabajo de mucha calidad, aunque con menos originalidad.

Mezcla de surf y dream pop con espíritu indie y estética minimalista, algo así como si Johnny Marr (Joy Division) y Morrisey (The Smiths) se fueran de vacaciones con The Beach Boys y Buddy Holly.

Ni siquiera se nota la ausencia del guitarrista Adam Kessler, retoman el camino justo en donde lo dejaron con su album debut The Drums (2010) y, aunque no llegan a superarlo, por lo menos logran continuarlo con estilo.

Composiciones sencillas y poderosas, letras un tanto depresivas que contrastan con los sonidos brillantes de las armonías, con melodías que atrapan desde la primera escucha y los ritmos sincopados, palmadas y el efecto de reverberación completando los detalles en los arreglos.

Abren sin más preámbulo con Book Of Revelations cantando “Let it begin, let it begin, let it begin” y continúan con Days, que se desliza con la calma de un día en la playa.

What You Were le pone ritmo al disco, mientras que Money, el primer sencillo, es un tema directo y perfectamente orquestado que, sin ser complaciente, consigue llamar la atención con su coro pegadizo y su falsetto.

Hard To Love y I Dont’t Know How to love expresan sus inquietudes post-adolescentes; Searching For Heaven nos trae una intriducción de sintetizador y una melodía más cercana al new wave con un leve recuerdo de Tom Yorke (Radiohead).

Please Don’t Leave Me retoma el sonido playero; If He Likes It Let Him Do It y I Need  a Doctor vienen cargadas de ironía; In The Cold y How It Ended cierran con melancolía y esperanza este disco, muy escuchable, pero sin la sopresa del primero.

Un trabajo que repite la fórmula ganadora y termina siendo nada más que la segunda parte de una fórmula ganadora.











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