jueves, 8 de septiembre de 2011

PRIMUS: Los reyes de la música inusual.




Una de las bandas más originales de finales del siglo 20 rompe su silencio y se reúne para hacer un gran disco.

El l trío liderado por el genio de Les Claypool en el bajo está de vuelta con su séptima producción de estudio, aunque durante este tiempo no ha dejado de trabajar en sus otros proyectos personales.

Después de haber forjado una carrera que les consolidó como una banda de culto en los 90, Green Naugahyde es el primer trabajo de larga duración en doce años desde Antipop (1999) y ocho desde el EP Animals Should Not Act Like Pople (2003).

Regresa en la batería Jay Lane, quien había tocado en la banda durante un breve período a finales de los ochenta y junto con Larry Lalonde, su habitual colaborador en la guitarra, nos traen como de costumbre ese sonido irreverente y diferente

Composiciones de estructuras complejas y armonías disonantes, con esa estética llena de sentido del humor, en cierto sentido relacionado con los experimentos concpetuales de Mr. Bungle y con claras influencias de Frank Zappa, el rock progresivo y la sicodelia.

Muy lejos del mainstream y los formatos comerciales, Claypool describe este álbum como “similar” a su debut Frizzy Fly (1990), es decir, una vuelta al estilo que los definió, con esa misma actitud irreverente, aunque esta vez, con la maestría de los grandes grupos.

Con críticas mordaces al capitalismo, al internet  o la televisión, cada una de las canciones es, como siempre, un pequeño prodigio que merece la pena ser escuchado y desmenuzado una y otra vez.

Prelude To A Crawl abre el paso para Hennepin Crawler, que deja bien claro que su habilidad para componer temas duros y directos se mantiene intacta. Last Salmon Man es oscura y rítmica, al igual que Eyes Of The Squirrel, una pieza densa, con unos sorprendentes riffs de bajo.

Green Ranger es narcótica y delirante; Eternal Consuption Engine, Lee Van Cleef o Moron TV tienen esos paiajes caricaturescos al estilo South Park que conocemos bien; Tragedy's A' Comin' tiene un delicioso filo funky, mientras que Jilly's On Smack, el primer sencillo, es más progresiva.

HOINFORDAMAN tiene toda la fuerza del mejor rock duro, con una melodía neurótica y una postura idelógica madura y definida, al igual que Extintion Burts, que precede a que  cerrar con  que anuncia con coros el final del disco.

Sin lugar a dudas, otro logro que sin duda será una delicia para los amantes de la música inusual.










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