Esta banda de Little Rock, Arkansas,
regresa con su tercer disco de estudio y el primero en cinco años.
Una de las agrupaciones más enigmáticas y
populares del rock de la última década está de vuelta con todo su poder. Con su
peculiar forma de rock duro que se combina con una voz melodiosa y un piano,
Evanescence ha logrado un tremendo éxito en los circuitos comerciales,
normalmente reacios al metal, al mismo tiempo que se ha establecido entre el
público más rockero, especialmente femenino, que no encuentra muchas mujeres
haciendo este tipo de música.
La cantante y líder de la banda, Amy Lee,
rescata la herencia de artistas como Lita Ford o bandas como Heart, y le planta
cara a la dureza del mundo masculino del rock, con su particular mezcla de rock
puro y duro, con su aire épico y dramático, gótico, nu-metal que se encuentra
con el pop, con sus sintetizadores, sonidos electrónicos y sus arreglos
sinfónicos. Y en este disco, no es la excepción.
Producido por Nick Raskulinecz (Foo
Fighters, Velvet Revolver, Deftones), se nota la influencia de artistas como
Bjork o Portishead, pero con el predominio de guitarras al estilo de Metallica
o Linkin Park junto con ritmos más propios del grunge y armonías del rock
gótico.
La voz de Lee sigue siendo el selo de
la casa. Como un jilguero con el corazón roto en medio del caos de una guerra, puede ser tan potente como melodiosa y aún conserva esa personalidad misteriosa
y provocadora que nos cautiva. Con un rol más activo, ahora participa mucho más
en la instrumentación y escribe casi todas las canciones, en las que habla de
relaciones sentimentales, tanto con su pareja como con la banda y los fans.
No evolucionan demasiado su estilo. Quizá
un poco más pop, no tanto en las composiciones como en la producción y un
sonido extrañamente noventero que si bien es efectivo, los termina de colocar
en un estándar.
Tienen algunas canciones con buen ritmo,
sorprendentemente casi bailables, con riffs poderosos y sonidos electrónicos, como
What You Want, el primer sencillo, My Heart Is Broken o Erase This. Sin
embargo, en temas como Made Of Stone, The Other Side, Sick o Never Go Back
dejan libres las guitarras en una descarga de energía adornada con armonías de
piano.
El dramatismo se impone en End Of The Dream
y dejan ver su lado más pop en The Change y en Oceans. Y también tienen dulces
baladas como Lost In Paradise, que se va construyendo con un aire operístico y
grandilocuente, o Swimming Home, casi minimalista, con un sencillo teclado casi
cercano al electropop, que cierra el disco con un sentimiento de nostalgia.
Un buen trabajo que mantiene viva la
vigencia de esta banda. No los colocará en el paraíso de las leyendas del rock,
pero es suficiente para llamar la atención de sus fieles seguidores, que no
quedarán decepcionados.
http://bit.ly/nhPWYe
ResponderEliminar...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA, TOQUE DE CANELA ,STAR WARS, CARROS DE FUEGO, MEMORIAS DE AFRICA , CHAPLIN MONOCULO NOMBRE DE LA ROSA, ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER ,CHOCOLATE Y CREPUSCULO 1 Y2.
José
Ramón...