miércoles, 5 de octubre de 2011

ZOLA JESUS: Mística y elegante oscuridad.



El nuevo álbum de una nueva artista que fusiona la electrónica con el legado de las grandes divas.

Zola Jesus es el nombre del proyecto de la ruso-americana Nika Roza Danilova, que a sus 22 años ha logrado llamar la atención del público a nivel internacional y perfilarse como una de las nuevas promesas musicales para esta nueva década.

Inspirada en las figuras de Jesús y el escritos frances Émile Zola, esta artista basada en California regresa con Conatus, su tercer disco. Rock indie, industrial, electrónico, ambiental, gótico, minimalista, experimental y artístico, basado en sintetizadores y la expresión vocal de Nika.

Con su particular estilo interpretativo, que va desde Siouxsie, Patty Smith o Kate Bush hasta Karin Dreijer Andersson (The Knife, Fever Ray) o Florence Welsh (Florence + The Machine), Zola Jesus es una de esas artistas que cautivan desde la primera escucha e hipnotizan por su puesta en escena.

Quizás por ser nativa del estado de Wisconsin, no puede evitar tener algunas coincidencias estéticas con  Bon Iver (aunque sean solo eso: coincidencias), al transformar su fusión del rock con la música electrónica, dando como resultado sofisticadas y elegantes formas musicales.

Producido por Brian Foote y ella misma, es un trabajo muy cuidada en los detalles, e incluye elementos acústicos como batería, violines, violas y violonchelos, así como ruidos computarizados para lograr esa atmósfera oscura, que en esta ocasión intenta mostrar un lado más ligero y auto-consciente.

A su privilegiada voz no le faltan fuerza y sensibilidad y se complementa a la perfección con el resto de la composición, un estilo operístico y teatral que embruja, letras llenas de simbolismo y emoción, siempre con un lado sombrío que no es obstáculo para lograr momentos brillantes en más de una canción.

Abre con Swords, un preludio instrumental que da paso a Avalanche, que continúa de forma dramática y deriva en Vessels, con su steady beat hipnótico. Hikikomori e Ixode siguen por el camino épico-onírico, mientras que Seekir e In Your Nature entran en el terreno más bailable .

Lick The Palm Of The Burning Handshake baja un poco el ritmo, para crear una estupenda balada rock con sentimiento soul. Shivers regresa al lado bailable con unas excelentes bases programadas, Skin desciende a la sensibilidad introspectiva y Collapse cierra el disco magníficamente, como una dulce despedida.

Once canciones que pasan volando con la sutileza del otoño, en un excelente disco para escuchar en una tarde nublada.











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