miércoles, 1 de junio de 2011

MILES KANE: La máquina del tiempo
























Dentro del universo de la música inglesa, de vez en cuando surge un fenómeno que logra capturar el espíritu de las décadas pasadas y consigue hacerlo suyo y reciclarlo para ofrecerlo de nuevo con una cara fresca y sorprendente.

Pero esta vez no estamos hablando de Amy Winehouse, sino de Miles Kane, quin fuera líder de The Rascals y parte del supergrupo The Last Shadow Puppets.

De inmediato, Colour Of The Trap, el debut como solista de este músico, nos hizo recordar inmediatamente a los hermanos Gallagher (Oasis), 
y algo hay de eso, no sólo por el look, sino que además fue abridor de algunos conciertos de Beady Eye.

Sonidos rockeros típicamente ingleses y con influencias de The Zombies, The Rolling Stones, T-Rex o The Stone Roses. Pop barroco con toques de soul y sicodelia con un aire retro que ya casi parece una decidida apuesta por revivir la década de los 60.

Y precisamente a eso suena su propuesta: un viaje en la máquina del tiempo que nos lleva a una época en la que Austin Powers hubiera sido feliz.

La producción de Dan The Automator y Dan Carey (Gorillaz, Franz Ferdinand, Kasabian) le aportan una precisión casi impecable y la mitad de los temas fueron co-escritos junto con su buen amigo Alex Turner (Arctic Monkeys, The Last Shadow Puppets) en un álbum lleno de temas que parecen haber tenido que esperar cuarenta años para ser grabada.

Come Closer, su primer sencillo, es simplemente contundente, una de esas canciones que son clásicos instantáneos, con un ritmo y una melodía pegajosas e inolvidables. Rearrange gira hacia el pop y My Fantasy tiene un toque más beatlesco, lo que explica la colaboración de Noel Gallagher en las voces.

Counting Down The Days goza de un beat suave pero más moderno, mientras que Better Left Invisible pone de otra vez el sabor rockero con unos buenos riffs que lamentablemente se desvanecen como quien no supo acabar de rematar la faena.

En Happenstance (a dúo con a actriz francesa Clémence Poésy) y Quicksand (escrita junto con Gruff Rhys, ex-Super Furry Animals), nos transportan de pronto a las playas californianas, mientras que Inhaler tiene ese sonido Led Zeppelin-esco, reminiscencia del proto-hard rock de Deep Purple.

Kingcrawler o Telepathy figuran unas guitarras como de spaguetti western y Take The Night From Me o Colour Of The Trap son baladas absolutamente vintage que resumen a la perfección el lado más sensible y romántico de este trabajo.

Un disco que sorprende pero que también nos hace esperar a ver la evolución de su propuesta de lo retro a lo futuro para no quedarse simplemente en el revival de viejas glorias sino que llegue a aportar un sonido más actual.












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