De entre los sonidos más vanguardistas de los últimos años, destaca un personaje que por su discreción y ubicuidad rápidamente se ha colocado entre las figuras de culto de la música popular contemporánea.
Con su gafas, su look frágil de nerd inofensivo y su voz profunda de crooner alocado, al escucharlo podría sorprender tanto como Rick Astley, con la diferencia de que la música de Tom Vek no es complaciente ni ha sido pensada para ser un éxito de la radio.
Todo lo contrario, después de estudiar la carrera de diseñador gráfico, este músico inglés multi-instrumentista se dedicó por completo a desarrollar su idea musical y Leisure Seizure es apenas su segundo disco en 6 años, los cuales pasó montando su propio estudio, aprendiendo técnicas de grabación y escribiendo, lo que da cuenta de la atención que pone en su trabajo.
Rock alternativo, artístico, conceptual y experimental, pop-funk con mucho énfasis en el ritmo y los detalles, con sonidos que van de Thomas Dolby a Radiohead y de Soul Coughing a TV On The Radio.
Quizá demasiado intelectual y no con la mejor voz del mundo, pero precisamente esos son los distintivos con los que se destaca del resto de artistas que presumen de talentosos pero que no tienen en realidad ninguan propuesta original.
De alguna forma minimalista y sin embargo sofisticado, pintoresco, extravagante y con un estilo único, consigue un sonido expansivo y mucho más pulido que el de su álbum debut We Have Sound (2005) y cada canción del álbum es una búsqueda dentro de un concepto definido.
Hold Your Hand comienza con franqueza presentándose a sí mismo (“I`m a lost cowboy / looking for the truth”) mientras abre la puerta a un breakbeat delirante que se continúa con Aroused con detalles electrónicos únicos.
En A Chore da un giro hacia beats más cerrados y ambientes oscuros mientras que We Do Nothing juega con ritmos sincopados, sintetizadores y una cadencia desefadada en la voz, que en World Of Doubt se convierte en casi un rap que termina abrptamente.
Juega con los sintetizadores y un ritmo más lento y machacante en Seizemic, en A.P.O.L.O.G.Y. pasa del downtempo al drum’n’bass, Someone Like You figura sonidos de guitarra sobre una base constante de influencias electróncias y Close Mic’ed es ambiental e intimista.
On A Plate es sorprendentemente cambiante, pasando de los versos hipnóticos a un coro con mucha luz y optimismo. You Need To Work Your Heart Out suena un tanto repetitiva y cansada, justo a tiempo para cerrar con el synth pop lleno de ritmo de Too Bad.
Un disco magnífico que comienza a forjar una carrera muy interesante. Ojalá no tengamos que esperar otros 6 años para su siguiente entrega.
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