miércoles, 13 de julio de 2011

THIEVERY CORPORATION: Ritmo y conciencia social.





















Eric Hilton y Rob Garza conforman este dúo de Washington que está de vuelta para recordarnos su propuesta de buena música y conciencia política.

Después de haber trabajado con músicos como Perry Farrell (Jane’s Addiction), David Byrne, Femi Kuti o Wayne Coyne (The Flaming Lips) o abrirle a Paul McCartney en algún concierto, Thievery Corporation han llegado a hacerse de una gran reputación el los clubes de todo el mundo.

Apenas su sexto disco de estudio en 16 años de carrera, sin contar, por supuesto, innumerables remixes y sencillos, han consolidado un sonido, con su mezcla de trip hop, dub y acid jazz con world music. Algo así como cuando el chill out se convierte en dubstep enriquecido con ritmos multiculturales y una postura política.

Una vez más sacan a relucir su conciencia política, como lo hicieron en The Richest Man In Babylon (2002), que tenía una imagen del Subcomandante Marcos en la portada, aunque sin ser tan radicales como Asian Dub Foundation ni en lo musical ni en la lírica.

Conocidos por el ambiente carnavalesco y multicultural en sus presentaciones, en las que llegan a hacerse acompañar de hasta 15 músicos que cantan en ingés, español, portugués o francés, en esta ocasión cuentan con Lou Lou en las voces y Frederico Aubele y Robbie Myers en las guitarras.

Conservan todo su sonido característico, lo cual es y no tan bueno, ya que llega un momento es que ya nos parece todo conocido. Quizá un poco suave y “adulto contemporáneo”, pero no deja de ser un buen disco que da muestra de gran calidad como compositores y productores.

Abren tranquilamente con Web Of Deception, con ese sonido suyo tan característico que se pone funky, que sirve de preludio para Culture Of Fear, que comienza con un buen bajo y una declaración de principios diciendo que “quizás estamos tan acostumbrados al miedo que ya es parte de nuestra cultura” y se lanzan con un rap por parte de Mr. Leaf, demostrándonos su faceta hip hop.

Take My Soul o Is It Over? tienen esa influencia de Massive Attack, mientras que Light Flares juega con coros y un breakbeat ambient y jazz y Where It All Starts tiene un exquisito toque bossa nova, hipnótico y seductor.

Tower Seven, con su beat ambient cadencioso y unas guitarras cuidadosamente distorsionadas, es una magnífica pieza de siete minutos capaz de dale a cualquier viajero sicodélico. Stargazer con Sleepy Wonder y False Flag Dub y Overstand por Ras Puma son excelentes temas de reggae dub jamaicano. Fragments tiene un beat delicioso y Free cierra con un groove muy soul con la voz de Kota, delicada y sensual, llevándonos hasta el final.

Un trabajo que les mantiene activos y con un discurso que sigue vigente, como el buen ritmo.









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