martes, 19 de julio de 2011

THE HORRORS: Cambiantes y con personalidad.






















Esta banda de Southend regresa con otra mutación de su música, siempre estilizada y llena de detalles y referencias que saben combinar a a perfección.

Continuando con el éxito de su anterior Primary Colours (2009), The Horrors está de vuelta con su tercer álbum en seis años de carrera en constante ascenso.

Combinando el post punk con estética gótica, shoegaze y garage con actitud romántica, han sabido hacer de cada producción una aventura diferente, lo cual ha sido recibido por algunos con agrado y por otros con desaprobación, pero sin duda han sorprendido a todos.

En esta ocasión se acercan al brit pop, al new wave, al syth pop y al art rock más alternativo de los 80, pero sin pretensiones, con registros muy diversos entre sí, que nos recuerdan a The Cure, The Cramps, Joy Division, The Jesus And Mary Chain, Simple Minds, A Flock Of Seagulls, Psychedelic Furs o Echo And The Bunnymen.

Lo extraordinario es que con todas estas influencias han logrado un estilo propio y quizás sea precisamente por esta actitud erudita y su tremenda facilidad para reinterpretar sin vergüenza estos sonidos que no han dejado a nadie indiferente.

Con un look extravagante y una personalidad bien definida, en Skying parecen proyectarse aún más alto, logrando una producción muy bien realizada que suena igualmente rítmica, oscura y contundente, preciosista y visceral, con una instrumentación bien orquestada, que cautiva y nos hace querer escuchar de nuevo cada una de las canciones del disco.

Changing In The Rain abre con un espíritu optimista, You Said con un aire reflexivo y una atmósfera que nos envuelve, pero I Can See Through You comienza a cobrar fuerza con guitarras distorsionadas y sintetizadores.

Endless Blue comienza con aires retro y de pronto se convierte en una pieza de punk directo al más puro estilo de Iggy Pop y Dive In experimenta con sonidos sicodélicos para dar paso a Still Life, el primer sencillo, que comienza con un bajo que va creciendo con un steady beat que alcanza proporciones épicas.

Wild Eyes es una extraordinaria pieza que junto con Moving Further Away (con sus 8 minutos y medio de duración) son los temas centrales que mejor resumen el espíritu del disco. Monica Gems es parsimonioso y conjunta trompetas con un ritmo marcial, para cerrar con 7 mintuos y 50 segundos de Oceans Burning, una vez más comenzando con calma y terminando con un ritmo hipnótico.

Diez canciones que se conjuntan en un disco que instala definitivamente a esta banda como una de las realidades que, lejos de adorar el pasado, saben mirar hacia el futuro.











Como complemento, recomendamos echarle un vistazo a Cat’s Eyes, el proyecto solista de Faris Badwan, el líder de The Horrors, junto con la soprano y multi-instrumentista canadiense Rachel Zeffira.


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