Cada mes, miles de bandas lanzan nuevos discos.
Es casi imposible escuchar toda la música nueva y a veces hay que dejar pasar un tiempo para considerar adecuadamente el trabajo de una banda independiente. Sin embargo, es bueno no dejar pasar las propuestas que se van estableciendo en el paisaje de la música popular contemporánea.
Para refrescar el verano, cinco de los mejores discos del indie de lo que va del año (diciembre a julio).
WILD BEASTS, SMOTHER
Música alternativa con estética electrónica se quedarían cortos para describir el tercer álbum de este cuarteto de Kendal, Inglaterra.
Synth pop con escencia indie, dream pop con actitud artística, dubstep que mezcla la electrónica con instrumentos eléctricos para crear música ensoñadora que nos transporta a paisajes emocionales únicos y llenos de detalles sonoros. Un sorprendente despliegue de sensibilidad y virtuosismo en las composiciones, con influencias de Brian Eno, Spandau Ballet o Jay Jay Johanson en una onda electrónica y minimalista con una impresionante voz de crooner moderno. Logran crear una atmósfera de dubstep ambient y downtempo, finas melodías con un groove irresistible y un grandioso final de siete minutos.
Uno de los mejores discos de lo que va del año, lleno de talento musical y sensibilidad.
tUnE-YaRdS, W H O K I L L
Una de las bandas más sorprendentes y creativas no sólo de este año, sino quizás de la nueva generación de músicos.
Desde Conneticut y radicada en Oakland, la enigmática apariencia y el cerebro creativo de la genial Merril Garbus (Sister Suvi) se complementa con Nate Brenner (Beep) en una mezcla de la voz de Janis Joplin y la estética de Jack White con influencias de Pixies, Björk, Peaches y Vampire Weekend que dan un resultado único y original. Música inclasificable, rock pop experimental con actitud punk que se mezcla con ritmos africanos, minimalista y sicodéilico, con una instrumentación y un estilo inusual con base en la voz, la percusión, el bajo y los sintetizadores que de pronto son acompañados por un ukulele o un saxofón. Con su raíz en el afro pop, tienen sonidos de soul, swing y hip hop, baladas narcóticas, increíbles pieza de synthpop vocal temas de blues delicados como una canción de cuna.
Una propuesta realmente fresca, diferente y divertida que no pueden dejar de escuchar.
METRONOMY, THE ENGLISH RIVIERA
Si quisieran imaginar un verano mediterráneo pero en Gran Bretaña, este sería el soundtrack perfecto.
Estos ingleses de Devon llevan más de 10 años haciendo su particular fusión de electropop con rock expermental, han remezclado a bandas como Gorillaz, Franz Ferdinand, Air, Ladytron o Lykke Li y su tercer disco es apenas el primero que producen en un estudio. Con la estética de la música que se escuchaba en la riviera francesa y mediterránea en los años 70, el rock pop de los 80 y la música electrónica contemporánea, con influencias que van de Stereolab a Daft Punk, es un álbum lleno de buenas canciones con un sonido expandido, no tan electrónico y más rock que cuenta con voces e instrumentos invitados, enriqueciendo sus temas con arreglos frescos y precisos. Tienen una buena dosis de guitarras con esa finura del indie europeo, melodioso y con un beat irresistible, new wave, glam, krautrock y latin jazz y el toque electrónico y bailable.
Otra buena muestra de la buena salud del indie y un excelente disco para el verano.
MANCHESTER ORCHESTRA, SIMPLE MATH
Esta banda de Atlanta, Georgia, lanza su tercer álbum, un disco coneptual acerca de las experiencias y reflexiones de Andy Hull, su creador.
A pesar de que el nombre del grupo hace referencia a la herencia de los músicos del sonido Mad-chester, no pueden negar sus influencias del folk y el rock sureño al estilo de Neil Young, un poco en la línea de Elbow, combinando el más puro estilo indie con la fuerza del grunge y el rock alternativo norteamericano. Con una producción y arreglos que incluyen secciones de cuerdas y un coro de escuela, el disco comienza con tranquilidad y va cobrando fuerza, con canciones poderosas que se mezclan con baladas inteligentes. Una contundencia rockera sorprendente que puede ser distorsionada y ruidosa, rítmica y optimista o emotiva y elegante.
Un gran ejemplo de las aparentemente infinitas posibilidades creativas rock hecho con guitarras que es sin duda interesante y muy disfrutable.
FOSTER THE PEOPLE, TORCHES
El disco debut de este trío de Los Ángeles, California, ha traído consigo una oleada de buenas críticas y entrega total.
La banda de Mark Foster hace su aparición con todo el espíritu del indie haciendo rock pop con sintetizadores y guitarras, una mezcla de electropop y sicodelia con la estética de los 80 y 90, el sonido de The Dandy Warhols o New Radicals en la onda de Cut Copy, Scissor Sisters y, sobre todo, MGMT. Jingles extendidos, tonadas recordables, ritmos pegajosos y una actitud desenfadada y dispuesta a divertirse, con gran finura en las composiciones, los arreglos, la instrumentación y la interpretación y con un sorprendente ritmo. Clásicos instantáneos, canciones con mucho ritmo y energía, aunque a veces sobreproducidos pero siempre alegres y optimistas, perfectos para no dejar de bailar.
Uno de esos discos memorables que se puede escuchar alegremente hasta el hartazgo (y seguramente así será).
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